lunes, 27 de julio de 2009



Era un jueves gris, llovía. Pídeme un remis, decía, en el lobby de un hotel barato, viene de rentar su piel un rato, con la algarabía del deber, cumplido. Acrobacias del placer fingido, un orgasmo de alquiler, con ruidos, pone boca en su carmín escaso, arañando el adoquín sus pasos, ¿Quién tiene algo para la nariz?..pregunta. ¿Podría ser de utilidad, mi pañuelo? Disfracé de ingenuidad, mi anzuelo, algo para no dormir idiota, si me das podrías pedir mi ropa, donde encuentro nieve para el desvelo ahora.
No es lo que haces con tu boca lo que solicito, te puedes dejar la ropa, no la necesito. No es mojar la calentura, hurgar en tu cintura lo que ando buscando, es un poco de ternura para ver si cura lo que estoy pasando, ¿Dime si el sexo sin placer, te enciende? Solo si el cliente es mujer, ¿me entiendes? Disimulando argumenté está claro, no te creas que me parece raro, cada quien su gusto y su pasión, le dije.

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